Viveiro es una ciudad del norte de la provincia de Lugo capital de la comarca de A Mariña Occidental.
Esta cruzada por el río Landro sobre el cual hay 3 puentes mantiene una gran riqueza documental como el Castillo del Puente y sus murallas o el barrio de Covas con la famosa playa de Covas la más importantes del municipio. Es visita obligada al entrar en Viveiro su casco histórico peatonal y con numerosos monumentos entre los que destacamos la puerta Mayor de Viveiro de Carlos V
Viveiro es una ciudad medieval que estuvo amurallada, con diferentes puertas de acceso, y con un trazado que todavía conserva reminiscencias del medioevo. Esta poblada por más de 15.000 habitantes que se asientan en 110 Km2 formando las parroquias de Boimente, Celeiro, Covas, Chavín, Faro, Galdo, Landrove, Magazos, San Pedro de Valcarría, Vieiro y Santa Maria y Santiago de Viveiro. Observar el paisaje desde diferentes miradores, pasear por áreas naturales como el Souto da Retorta, visitar la Plaza Mayor o los muchos monumentos históricos que la adornan, visitar sus playas... son algunos de los encantos que ofrece esta preciosa Villa a todos sus visitantes
Otras playas destacadas de la zona son la Playa de Aréa a 4 km situada en el margen derecho de la ría o la playa de Seiramar pequeña playa continuación del arenal de Covas.
En cuanto a las fiestas destacadas la más importante es la Semana Santa de Viveiro declarada fiesta de Interés Turístico Nacional por su riqueza de imagenes y antigüedad, la Rapa das Bestas también de interés Turístico Nacional que se celebra el primer domingo de julio y por último las fiestas patronales y del mar que se celebran la semana del 15 de agosto dedicadas a San Roque y a Nuestra Señora. La romería de Naseiro también de interés Turístico Nacional se celebra el 4 domingo de agosto en Naseiro.
A solo 50 km de La Coruña y al final de la Ría de Ferrol hallamos la ciudad que le da su nombre, la ciudad de Ferrol. Esta hermosa población vive por y para el mar, si decides visitarla en verano encontrarás playas hermosas en el litoral, muy concurridas por turistas de todo el mundo, que disfrutan de los deportes náuticos como el surf y el windsurf. 
El fuerte ferrolano está relacionado con la Armada Española; sus poderosos astilleros y el Museo Naval son de visita obligatoria para todo viajero. 
No duermas, abre los ojos, y si la noche de Ferrol no te alcanza con su ajetreo permanente, espérate al carnaval a fines de febrero, súmate al movimiento peregrino de toda la región y quédate para Semana Santa.
En la capital de Galicia usted comerá bien, y mucho, porque la selección disponible es difícil de batir: de los restaurantes más selectos a empresas cenando informales, a barras, a tabernas y, por supuesto, restaurantes de mariscos. 
Entre las fiestas o romerías de más fama en nuestra comarca destacaremos las de A Virxe da Barca, el Santo Cristo de Fisterra, San Fins do Castro (Cabana), San Hadrián do Mar, en Malpica, A Virxe do Carme, de Camariñas, o la de A Xunqueira, en Cee.
Igual que en el resto de Galicia, las comparsas y los disfraces individuales son lo más popular de esta animada fiesta, aunque no faltan manifestaciones propias y singulares como enterro da Mikaela, en Buño; o xogo das vacas, en Mens; a queima do polbo, en Fisterra, o los denominados exércitos dos panos e coros de vellos e cegos, de Mazaricos.
Paradójicamente este punto realmente representa el fín en muchos aspectos. Barcos que naufragaron en las famosas rocas de "Centola" o "Petonciño" finalizaron aquí su viaje, millones de peregrinos finalizan aquí su largo camino año tras año. Finisterre alberga infinitas historias y leyendas que hoy se tornan en un atractivo turístico imprescindible de conocer para quien visita la Costa de la Muerte.
Empezamos pues en el mítico faro desde el cual en días despejados el panorama y el mar inundan nuestra vista. Al regresar hacia la villa, nos encontramos con la iglesia de Santa María de Finisterre. En su interior se encuentran numerosas piezas religiosas medievales de gran valor artístico. Al entrar en Finisterre y ver el puerto, el ambiente marinero, las tascas y restaurantes contribuyen notablemente al atractivo de esta villa por cuyas estrechas calles siempre apetece pasear.
Prosiguiendo hacia el sur, pasamos por Cee que cuenta con una importante industria, vital para la zona, y nos dirigimos hacia Ezaro y el Monte Pindo. Desde el mirador de Ezaro se contempla una impresionante vista de la zona y su cascada, que con más de 100 metros de caída directas al mar es una de las más altas de Europa. Actualmente, este espectáculo sólo se puede ver en contadas ocasiones (normalmente los domingos en temporada estival) cuando abren las compuertas de una presa construida en su parte superior.
Continuando hacia Muros se encuentra la ensenada de Carnota con un amplio arenal de más de 7 kilómetros y formaciones dunares y marismas. En la población destaca un ejemplo de arquitectura tradicional gallega: el larguísimo hórreo de 34 metros de longitud y su adyacente palomar.
Tras Carnota y siempre con el mar a nuestro lado, llegaremos a Lira, pequeña y encantadora población pesquera con una amplia construcción de típicos hórreos y cruceiros. 
Elegimos como punto de partida el pueblo de Baio que dejamos pronto atrás dirigiéndonos dirección a Vimianzo. A escasos kilómetros nos apartamos a mano derecha siguiendo la indicación de "Batanes de Mosquetín". Se trata de un conjunto etnográfico que años atrás servía a los vecinos como molinos y batanes. Los batanes son unos mecanismos que activados por el agua, hacían subir un enorme martillo y que al caer machacaba las hierbas de lino. Esto hacía posible extraer las fibras, elaborar posteriormente hilo y con este confeccionar prendas de vestir y otros utensilios.
Torcemos a mano derecha y seguimos hasta llegar a Camariñas. Este pintoresco pueblo con actividad pesquera importante, aloja también a varios centenares de "palilleiras".
Salimos de Camelle y llegamos a Ponte do Porto. Ahora nuestra meta es Muxía. De camino podemos hacer un alto en la playa de Lago, que por su belleza bien merece una parada. Muxía es rica en lugares de culto celta, iglesias y tradiciones. Antes de llegar ya vemos la iglesia de Moraime, único resto que permanece del importante monasterio San Xiao de Moraime.
Salimos de Muxía siguiendo la carretera de la costa. También aquí gozaremos de este litoral en estado virgen y con aguas casi siempre muy bravías. En la aldea de Seixo torcemos a mano derecha y nos acercamos al cabo Touriñán. Este cabo tiene su principal atractivo en ser en realidad el más occidental de la peninsula ibérica (no el de Finisterre) y el encontrarse siempre muy solitario. Nuestra ruta finaliza retornando todo recto hasta llegar a la carretera principal que une La Coruña con Finisterre.
